
Al trazar las fronteras de Trianon, los aspectos económicos fueron más importantes que los étnicos. Esto también se puede atribuir al hecho de que, aunque querían crear estados nación independientes citando la autodeterminación de las naciones, una gran minoría húngara estaba incluida en estos nuevos estados nación. Era más importante dónde discurrían las líneas ferroviarias y los ríos, dónde debían ubicarse las tierras cultivables y los depósitos de materias primas, que el idioma de la población. Como resultado del Tratado de Trianon, ha habido casos en los que la frontera "cortó" en dos partes ciudades previamente unificadas.
Éste fue el caso, por ejemplo, en Komárom, cuyas dos partes estaban separadas por el Danubio, por lo que cuando el Danubio se trazó como frontera natural entre los dos países, una parte de Komárom pasó a Checoslovaquia y la otra parte a Hungría. Por tanto, la frontera dividió a familias, conocidos, vecinos y propiedades, y cruzar la frontera no siempre resultó fácil.
El caso más extremo se produjo después de la Segunda Guerra Mundial. Según la decisión de Trianon, Transcarpatia (ahora en la parte occidental de Ucrania) fue transferida a Checoslovaquia, pero después de la Segunda Guerra Mundial ya fue “transferida” a la Unión Soviética. Entonces se volvieron a trazar las fronteras y en Nagyszelmenc (pueblo en este de Eslovaquia habitado por húngaros), con una población de 1.100 habitantes, la frontera checoslovaco-soviética se trazó en el pueblo, entre las casas, "cortando" así el pueblo en dos partes. Por eso este pueblo se le llama “Pequeño Berlín”, ya que fue “cortado en dos” al igual que Berlín. Una parte del pueblo pertenecía a Checoslovaquia (Nagyszelmenc), la otra parte pertenecía a la Unión Soviética (Kisszelmenc). Así podía ocurrir que la casa de alguien acabara en un país y su jardín en otro. Esto también muestra cuán absurdamente pudieron trazar las fronteras. Además, mientras, por ejemplo, en Komárom, al menos una parte permaneció en la "madre patria", ambas partes de Nagyszelmenc con la población húngara fueron trasladadas a diferentes países con el idioma oficial no húngaro. Las fronteras no han cambiado desde entonces y esta situación se mantiene hasta el día de hoy: Nagyszelmenc se encuentra en Eslovaquia y Kisszelmenc se encuentra en Ucrania.