
Beata Sára Salkaházi nació en Kassa, completó sus estudios allí y también continuó su actividad pedagógica en la ciudad. Cuando Kassa se convirtió en parte de Checoslovaquia después de la Primera Guerra Mundial, no juró lealtad al Estado, por lo que tuvo que dejar su carrera pedagógica, pero no abandonó su ciudad. Después comenzó a escribir y también se ocupó del destino de los húngaros de Eslovaquia en sus artículos periodísticos y cuentos. En 1927 conoció la Orden de los Hermanos sociales, lo que dio a su vida un nuevo rumbo. Quería unirse a la orden y su solicitud fue aceptada. Hizo muchas actividades de caridad y solicitó trabajo misionero en Brasil, pero no se realizó. A finales de los años 30 se mudó definitivamente a Budapest para obtener la ciudadanía húngara. Durante la Segunda Guerra Mundial, durante la persecución de los judíos, los Hermanos sociales acogieron y salvaron a los judíos, y en ello también participó Sára Salkaházi. Cuando los Nyilas (nazis húngaros) buscaban judíos, Sára Salkaházi también fue obtenida y fusilada en el helado Danubio, así murió como mártir. Sára Salkaházi fue beatificada por la Iglesia católica en 2006.