László Kubala fue una auténtica estrella del fútbol que experimentó la vida húngara de Eslovaquia (Checoslovaquia) durante menos de dos años. Nació en Budapest, en una familia de origen eslovaco. Comenzó a jugar al fútbol en Hungría, pero en 1947, cuando su país estuvo afectado por la hiperinflación, es decir, la moneda húngara, el „pengő” se devaluó por completo, se trasladó a Checoslovaquia con la esperanza de una vida mejor. Aunque no hablaba bien el eslovaco, recibió la ciudadanía checoslovaca debido a sus orígenes y fue llamado en la selección nacional checoslovaca. Sólo permaneció en Checoslovaquia hasta 1948, porque su club en Bratislava se quedó sin dinero. Sin embargo, su estancia en Checoslovaquia fue decisiva para él, porque en esta ciudad encontró el amor de su vida. Regresó a Hungría, donde la dictadura comunista ya dominaba todo, por lo que pronto huyó a Occidente. László Kubala fue jugador del FC Barcelona desde 1950, donde se convirtió en una auténtica „superestrella”. Era el líder del equipo y los hinchas lo amaban. Como futbolista, jugó en las selecciones de tres países: jugó en Hungría, Checoslovaquia y España. Durante su carrera activa, también dirigió la selección española como entrenador. Su estatua está enfrente del estadio del FC Barcelona - Camp Nou- hasta el día de hoy.